domingo, 29 de junio de 2014

DEL CULTURALISMO TELÚRICO AL NACIONALISMO REVOLUCIONARIO


En este trabajo Luis Tapia destaca el pensamiento politico y el oporte intelctual de Rene Zavaleta, con un pequeño relato de quien fue este boliviano y que aportes conlleva a la historia de Bolivia en la viada politica revolucionaria.
René Zavaleta nace el 3 de junio de 1937 en la ciudad de Oruro. En la época era la ciudad más ligada a los principales centros mineros del departamento del cual es capital, a su vez, la producción minera era la principal actividad económica del país, a partir de la cual se organizaba y ejercía el poder y gobierno político en el país.
Por otro lado, es un período de crecientes conflictos con sindicatos mineros que son objeto de fuerte represión y masacre por parte del ejército a pedido y bajo órdenes del poder minero. La década del 40 también es la del surgimiento e intensa actividad política del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR) que luego ha de ser el partido que ha de reorganizar el estado después de 1952, y en el que René Zavaleta militará por un buen tiempo hasta 1970.
Hay una época nacionalista en Bolivia, y para Zavaleta también, que justamente creció en un período de gestación y desarrollo de la crítica nacionalista al oligárquico poder minero, donde Zavaleta participa genéricamente del discurso del nacionalismo revolucionario. El objeto de esta parte es analizar la modalidad específica del discurso nacionalista de Zavaleta a la vez que la matriz general y las influencias de las cuales se alimenta su producción.
 El culturalismo telúrico
 Zavaleta empezó a escribir para la prensa desde muy joven, con una preocupacion de culturas y la relacion entre historia e individuo, a esto manifestava…
En El porvenir de América Latina... siguiendo la idea de que hay dos Américas, escribe: Una sola es la verdadera, la del carácter guardado por la raza en el alma de su hombre original.
El alma indígena se encuentra en el interior de todo americano, pues creemos que es indio todo lo creado por la acción del paisaje y el ambiente anímico de este continente.
Expone a esta América de cultura indígena, contrapuesta a una cultura occidental decadente, que el conquistador, a pesar de ser el dominador, pasa por un proceso por el que lo que se llama el alma española «se integra lentamente y para siempre en la autoctonia americana».
Se trata, en consecuencia, de una América que a pesar de estar vencida políticamente y explotada económicamente, tiene una fortaleza cultural que no sólo resiste la conquista sino que acaba transformando los elementos culturales del conquistador en el fondo histórico cultural ancestral y telúrico de lo indígena.
Zavaleta establece una distinción entre fondo cultural y fuerza histórica. Una vez que Europa ha perdido la creatividad y la energía, se convierte en un fondo cultural que ya sólo puede aportar sus mejores realizaciones del pasado, y que otra fuerza histórica con ansia de creación puede retomar. Esa fuerza es América.
Esta especie de optimismo teleológico se combina, sin embargo, con la idea de que los hombres que quieren superar su condición actual de sufrimiento viven en estado de ansiedad y angustia dirigiendo sus actos a la realización dela justicia.
El rasgo fuerte de estos breves escritos citados y comentados es su énfasis en el alma indígena americana y la fuerza y energía potencial de la cultura autóctona. La principal referencia e influencia en este sentido es el pensamiento de Carlos Medinacelli, a quien recurre señalando que la estrategia consiste en:
...volcar los ojos a las potencias originales de nuestra condición.
En el nacionalismo revolucionario: periodismo político
El siguiente rastro escrito que se encuentra de René Zavaleta es el producto de su actividad como periodista escribiendo artículos que subraya el nacionalismo revolucionario como matriz politico ideológica.
Zavaleta se adhiere al nacionalismo revolucionario con una inteorizacion ideologico de Augusto Céspedes y de Carlos Montenegro.
Augusto Céspedes es uno de los principales responsables de la difusión de la idea de situar en la guerra del Chaco (1932-1935) el hito principal para el desarrollo de la conciencia nacional. Sangre de mestizos es la literatura de ese momento de desencuentros y encuentros. Al comentar El dictador suicida que hace la historia del surgimiento del nacionalismo y del poder liberal que éste critica.
Los nacionalistas como Céspedes y Montenegro narran cómo los fragmentos de la nación potencial se van organizando a sí mismos y luego se van relacionando, para ampliar y sustituir la dirección política del país a la cual se consideraba extranjera o la antipatria. Sobre todo se trata de capas medias urbanas que participaron en la guerra y se organizan como Liga de Excombatientes, y también se trata de la formación de sindicatos mineros.
Zavaleta piensa que la obra de Céspedes retoma y continúa la de Montenegro, aunque considera que la de Céspedes es una combinación de documento y recuerdo, son memorias personales que escriben a su vez la historia del país.
Zabaleta, en todo este transcurrir de nuestra historia, nos muestra que la historia a veces no cambia al contrario se repite, y este es un claro ejemplo lo que ocurrió en Santa Cruz con el Comité Civico en esos tiempos y ahora se repite en la actualidad, por que aun se mantine ese pensamiento regional en contra posición a cualquier pensamiento nacional patriótico, porque aquí priman y primaran interés extra nacionales.
A pesar de los años transcurridos Bolivia es joven y ahora mira un porvenir con otro enfoque, con otros ojos, con miras de integrar a toda su nación y reconocer ante todo esas extraordinarias culturas ancestrales precoloniales que llegaron a la cúspide como muchas otras en el mundo entero. Bolivia retoma el horizonte con la madre tierra y rescata y recupera la identidad del hombre boliviano en toda sus demenciones de pluralidad.
Bibliografia
Luis Tapia, (2002) “La Produccion del Conocimiento Local”, Historia y política en la obra de Rene Zabaleta. Primera Edicion, Bolivia.


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